La educación se puede definir como el proceso de socialización y aprendizaje a través del cual se pretende lograr el desarrollo intelectual y ético de una persona.1 Pero, ¿qué implica este proceso?
La respuesta a esta pregunta puede ser subjetiva en dependencia de las corrientes y del tipo de sociedad que tiene cada localidad. Sin embargo, el proceso de “educación” siempre implica el “aprendizaje” de valores, conocimientos, formas de actuar y costumbres que “forman” al ser humano como ente individual y como parte de un grupo al que llamamos sociedad. Así la educación brinda los parámetros éticos que juzgan la moral e intelectuales que permiten analizar las situaciones que se presentan a lo largo de toda la vida.
Los parámetros éticos están vinculados al hogar de la persona, pues allí donde esta aprende como actuar, que valores son importantes para crecer como seres humanos y qué costumbres son aceptadas en un determinado entorno. Es de esta manera como los primeros instructores, educadores o facilitadores son las personas que viven con nosotros, las que nos dan el ejemplo. Los niños y niñas ven a los adultos, encargados de su crianza, como sus héroes y como la persona en la que se quieren convertir, por lo tanto cada palabra, cada gesto y cada movimiento está relacionado al proceso “educación” del ser humano en formación. No obstante, una vez el infante empieza su vida escolar parte del papel educativo ético pasa a ser responsabilidad de los docentes involucrados en el proceso de formación en las diferentes instituciones.
Es tradición que lo intelectual siempre esté vinculado a las instituciones de enseñanza a diferentes niveles. Este concepto no es del todo erróneo, ya que es allí donde aprendemos, desde un punto de vida académico, lo que nos va a servir para enfrentar las diversas situaciones de la vida. Por otro lado, este precepto no es totalmente cierto, debido a que nos “formamos académicamente” para aprender un oficio en diferentes áreas (en escuelas y universidades), nos “capacitamos” (en institutos especializados y universidades) para enfrentar los problemas que se presentan durante la rutina diaria y de las conclusiones que se obtienen al confrontar dichos problemas adquirimos la “experiencia” que necesitamos para resolver inconvenientes aún mayores en el futuro (sólo en el campo de trabajo). Es decir, que si bien los diversos centros de enseñanzas nos educan hasta cierto punto en la sociedad y el campo laboral es donde continuamos el proceso de aprendizaje y formación como persona.
Entonces, nuestro sistema educativo actual se forma de varias apartes: el hogar, los lugares de enseñanza, una cambiante sociedad y el campo laboral. En necesario adaptarse a los cambios que se dan en nuestra sociedad, ya que la tecnología, la cultura y el pensamiento se transforman con cada amanecer, por lo que se requiere avanzar con ella. Allí es donde la educación sigue su curso, pues un ser humano formado a dicho punto debe ser capaz de moldearse (matar la vaca) a los cambios positivos que se dan en la comunidad donde habita y rechazar los negativos. Pero, ¿De qué manera somos capaces de discernir cuándo es un cambio positivo o negativo?
La educación integral del individuo (académica, ética y moral) da la base para responder esta pregunta. Si tenemos una educación completa como ser humano y como profesional seremos capaces de diferenciar en que vía se está yendo nuestra sociedad y así podremos tomar las decisiones adecuadas para cambiar como persona o elevar una queja ante la sociedad.
Las sociedades han existido desde la prehistoria. Los primeros humanos formaron grupos de carácter nómada que les permitieron sobrevivir a las inclemencias del tiempo y la falta de comida. Sin embargo, llegó un punto dónde se decidió que lo más loable era establecerse en un sitio definitivo. Allí es donde empieza a darse el proceso de educación, pues para continuar existiendo como sociedad era necesario pasar el conocimiento a los más jóvenes. Las tradiciones y las prácticas constituyen los principales ejes de esta educación rudimentaria. 2,4
Al pasar el tiempo los humanos empiezan a preocuparse del porqué ellos están en este mundo, por qué las personas se enferman, por qué los animales y plantas se comportan de determinada manera, esto despierta la curiosidad y la necesidad de mayor conocimiento acerca del mundo que los rodea. Así nace la magia, la religión y el misticismo. Sin embargo, la necesidad de un conocimiento basado en el análisis de los hechos hace que surja (en la antigua Grecia) la filosofía las situaciones en base al razonamiento de dichos hechos. Por otro lado, la religión tuvo un papel supremamente importante en el desarrollo de la educación, ya que ellos poseían la absoluta verdad de todo lo creado en la tierra según las creencias de esos tiempos.
Es así como estas dos tradiciones comienzan a formar los cimientos del proceso educativo. Por un lado, una basada en la creencia de que un ser superior es responsable de todo y la otra en la razón de ser de cada cosa.
Esto brinda la oportunidad de formar personal que responda al avance de la sociedad en temas de generación de edificaciones para albergar a la población, implementación de conceptos de administración, gobierno, política derecho, el desarrollo de las artes y los deportes que son factores que forman la base de la organización de las civilizaciones antiguas y actuales. Un ejemplo de ello son los romanos, cuya capacidad administrativa de los romanos les hizo conquistadores de gran parte de Europa, Asia y África.
En la edad media, los reyes como Carlo Magno, reconocieron la importancia de la educación para mantener una sociedad activa y progresista por lo que contribuyeron al establecimiento de centros de enseñanza manejados por el clérigo y los monacatos. No obstante, esta educación estaba destinada solamente para los nobles y los reyes dejando a la base de la pirámide sin ninguna oportunidad de adquirir conocimientos básicos para su desarrollo profesional. Esto acarreó la desigualdad social típica de la edad media.2,3
Cuando los musulmanes se establecieron en la península ibérica trajeron con ellos una nueva cultura que incluía avances en matemáticas, filosofía y ciencias. Ellos intervinieron también como intermediarios del pensamiento y la ciencia de la antigua Grecia a los estudiosos europeos lo que contribuyó al establecimiento de la educación superior(universidades) en Europa. Este es un clásico ejemplo de como la influencia positiva (en temas de educación) de otra cultura cambia el rumbo de una sociedad y le permite evolucionar de forma satisfactoria. 2,3
La iglesia al ser portadora de la “verdad” era el ente controlador en temas educación. Los paganos, judíos, musulmanes y cristianos eran los principales que ejercían este papel. Ambos basaban su práctica educativa en lo que ellos conocían. Así libros como la biblia, el Corán, los Vedas y la Torá (pentateuco de la biblia) eran obligatorios en las aulas de clases. 3
Cuando Martín Lutero y Juan Calvino en el siglo XVI iniciaron la Reforma Protestante se generaron nuevas corrientes religiosas. Esta separación del mundo cristiano tuvo un fuerte impacto en el proceso de educación, ya que al ver la religión desde otro punto de vista la educación también se observaba con otros ojos. Así la moderna práctica del control de la educación por parte del gobierno fue diseñada por Lutero, Calvino y otros líderes religiosos y educadores de la Reforma. Además como el interés de la Reforma era llegar a la mayor cantidad de personas posibles esta promovió la alfabetización a todos los niveles sociales. Establecía que por lo menos el jefe de familia debía saber leer.3,5
Todos estos cambios generaron grandes preguntas en el seno de la iglesia universal (la católica). Es así como surge la contrarreforma o reforma católica, donde se replantea el actuar de la iglesia y se establecen nuevos parámetros para evitar el avance del protestantismo. Al inicio esto no afectó el procedimiento de enseñanza, pero con el tiempo se vieron forzados a establecer nuevos métodos dónde se fijaba cómo debía ser tratado el estudiante para interiorizar los conocimientos de los maestros y como estos debían transmitírselos. 3,5
En los siglos siguientes se da un cambio radical en temas de educación. La iglesia comenzó a perder poder y la educación comenzó a desligarse de la religión y la iglesia, aunque su influencia permanece hasta nuestros tiempos. En el siglo XVII Comenio estableció la pansofía, que dictaba el “enseñar todas las cosas a todos los hombres”. Una educación generalizada donde no se distinguiera sexo o clase social, sino que todos recibieran todo lo que se conocía hasta ese momento. Esto representa un gran avance en cuanto al ser humano como persona, ya que se empezaba ver a las clases pobres como “humanos” propiamente dicho. 3,5
En el siglo XVIII nace el concepto de educación en masa a través del uso de maestros y monitores que enseñaban a cientos de personas. Con esto la educación comienza a ser más formal y llega a más estratos.
Durante los siglos XVIII y XIX se dan dos procesos que intervienen determinantemente en el desarrollo educativo. La Revolución Francesa de 1789 y la Revolución Industrial, restringida principalmente en Inglaterra.5
La revolución francesa comienza por el desacople de las clases sociales con respecto a la política, el rápido crecimiento de la burguesía y su poder económico y la imposibilidad de esta de acceder a los poderes del Estado. Con el triunfo de la revolución francesa se produce una transformación radical en la educación. A pesar de que esta revolución fue promovida para complacer los intereses de los burgueses, no se puede negar la importancia que tuvo en temas de educación pues se empezó a promover una educación nacional. De esta manera, se llega a una creciente intervención del Estado en los sistemas educativos y las ideas básicas que tendrán en la educación francesa del siglo XIX. Estas son: laicismo, obligatoriedad, gratuidad y enseñanza pública en todos los grados y posibilidad de ascenso a los más capaces.5
Para que se produzca la revolución industrial, hubieron cambios previos, necesarios y simultáneos: 1) Aumento de las materias primas y alimentos, 2) Disponibilidad de capital, lo que permite financiar inversiones, principalmente en infraestructura y, 3) Mano de obra disponible, producida por la Revolución agraria que expulsa campesinos hacia las ciudades, éstos pasarán a conformar la nueva clase obrera industrial.5
La escuela, se funda como obligatoria, primeramente para los niños que trabajaban en las fábricas y no se trataba solo con fines humanitarios. Disciplinamiento ante todo, era la consigna, lograr un sujeto acuerdo a las necesidades del sistema que se estaba estableciendo. Así en este contexto, la educación aparecía como una buena herramienta para lograr disciplinamiento a la nueva población urbana que de manera rápida fue concentrándose junto con los profundos cambios tantos económicos como también sociales. 5
Estos dos eventos fueron definitorios para el sistema educativo como ya se enunció, sin embargo hay que denotar que constituían un “arma de doble filo”, ya que a través de la educación la burguesía en Francia y la industria en Inglaterra y otros países controlaban a la población solo suministrándoles la información necesaria para que el pueblo no despertara e intentara amenazar sus cómodas vidas.
La nacionalización de la educación se extendió, entonces, por muchos países de América, Europa y Asia. 3 Haciendo que los Estados fueran el poder que controlaba lo que las personas aprendían y recitaban. A pesar de que, a partir de los hechos mencionados, las clases bajas ya tenían derecho a una educación, la forma y los contenidos que se establecieron no eran los mismos para toda la población, sino que existía una seccionalización que favorecía las clases pudientes. Algo muy parecido a la realidad actual, donde la educación privada es superior en muchos campos a la pública. Donde los países industrializados tienen una educación inmensamente superior a los que están en vías de desarrollo.
A comienzos del siglo XX la actividad educativa se vio muy influenciada por los escritos de la feminista y educadora sueca Ellen Key. Su libro El siglo de los niños inspiró a los educadores progresistas en muchos países. La educación progresista era un sistema de enseñanza basado en las necesidades y en las potencialidades del niño más que en las necesidades de la sociedad o en los preceptos de la religión. Esta es una nueva visión donde se pretende explotar la capacidad del niño y la niña en respuesta a sus necesidades como ser humano y no a las del la iglesia o el Estado.3
La educación gobernada por el Estado es la que actualmente se implementa en la mayor parte del mundo. El funcionamiento de estos sistemas está en dependencia de la cultura política de cada país, así los de mayor desarrollo promueven una educación de integral que contribuye al avance científico e industrial del país, mientras que los menos industrializados promueven un sistema memorístico donde los educandos se ven encerrados en un círculo manipulado por la aristocracia de cada país.
Es así como en Panamá se nos enseña que carreras científicas, de administración o desarrollo están destinadas a formar solo proletariado. Si estudias biología, biotecnología, química, física, matemáticas o cualquier otra ciencia básica estarás destinado a ser profesor, porque los centros de investigación que existen en el país están apenas naciendo y son para ciertos apellidos. Actualmente no existe una cultura de investigación y desarrollo, debido a que durante los niveles primarios y secundarios no se nos enseña a llevar una investigación científica cómo tal o un análisis a profundidad de un tema, sino que se nos obliga a memorizar textos y a realizar prácticas obsoletas que no enseñan ni siquiera que es una célula. Otro factor importante es que ni a nivel universitario no se estimula la iniciativa del estudiante, sino que se graba en su cerebro que un buen sueldo es suficiente y que el sueño de tener empresa propia es una utopía.
En países con un alto nivel de desarrollo es totalmente lo contrario. Por ejemplo en estados unidos, la investigación científica es una de las más avanzadas del mundo, pues se promueve una cultura donde el estudiante está destinado a contribuir de una u otra forma con el avance del país. Así se crean programas de graduados donde se capacita al estudiante en temas especifico que le ayudaran a desarrolla iniciativa y a formar sus propias empresa o aspirar a puestos importantes en el gobierno, universidades e instituciones de alto impacto económico.
Es imperativo empezar a trabajar de esta manera en América Latina. La clase popular debe despertar y darse cuenta de lo corrompido que está el sistema, y que la educación que se le brinda al pueblo es meramente tradicionalista con el objetivo de sumir en la ignorancia a todos los componentes de la base de la pirámide.
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