La psicología en conjunto con otras ciencias que estudian el ser
Sin lugar a dudas el concepto de psicología de cualquier forma en que se conciba tiene un papel importantísimo en el estudio del ser humano como individuo pensante y racional. Es a través de ella que logramos entender cómo y por qué se generan los procesos mentales y qué consecuencias tienen estos en el desarrollo del ser. Las personas que son empáticas, las que escuchan, las que dan buenos consejos, las que comparten sus experiencias y las que son manipuladoras aplican el concepto sicológico sin percatarse, pues de alguna manera conocen los procesos mentales que reinan en el otro y de una u otra forma influyen sobre ellos para realizar un cambio. Es por ello que la psicología es un ejemplo clásico de arma de doble filo, se puede utilizar para ayudar a avanzar, pero también puede ser utilizada para manipular a cierto grupo para que responda a los intereses de otros.
Por otro lado la psicología, como toda ciencia, establece relaciones con otras y de esas relaciones surgen nuevos preceptos que se aplican a diferentes ámbitos de la vida. . La mejor manera de entender a un grupo es analizar la forma en qué piensan, es allí donde la sociología y la sicología deciden unirse y forma la psicología social. Esta se encarga de estudiar la interacción entre el individuo y la sociedad. Indiscutiblemente tener esto claro, es de suma importancia, ya que son las ideas de los individuales las que hacen que la sociedad empiece y se desarrolle. Estas ideas coinciden en la formación de una idea mayor que hace trascender a la sociedad.
En nuestras sociedades existen situaciones que no dejan prosperar al grupo a pesar de la gran cantidad de recursos que tiene. En Panamá, por ejemplo, se le ha vendido a la población que el consumismo exagerado, la falta de atención al cliente, la poca tolerancia y conformismo son los factores que deben caracterizar nuestra sociedad. Esta es una muestra como las ideas insertadas por un grupo pequeño influyen en el conjunto social y en la vida individual. Un país como Panamá, con menos de 4 millones de personas, tiene una sociedad muy desigual en muchos temas económicos, políticos y sobretodo social. Un pequeña parte de la población es el que ostenta las riquezas del país mientras el resto se distribuye en las clases medias y bajas.
No obstante, muchas personas que quizás no tienen amplios recursos económicos, tienen una ideología del servicio muy diferente a otras. Las que viven en áreas rurales del país son supremamente serviciales, más son igual de intolerantes que los de las áreas urbanas. Esto se nos ha colocado en la mente con el objetivo de que obviemos temas muchos más importantes que, si nos diéramos cuenta, mejorarían nuestra calidad de vida y nos permitirían desarrollarnos al nivel de otros países que tienen menos recursos y más población.
A pesar de esto y de nuestra realidad conformista seguimos en la constante búsqueda de la felicidad y es que aunque suene como película de Hollywood, siempre como humanos queremos encontrar ese bienestar que naturalmente anhelamos. Si analizamos las sociedad panameña desde 1980 hasta la actualidad hemos cambiado a un gran ritmo, las cosas simples que antes nos satisfacían ya no lo hacen. Hemos evolucionado de forma positiva en temas como el papel social de la mujer, la tecnología, economía, la educación post grado y otros. Pero seguimos igual en asuntos políticos y administrativos. Desde esos tiempos un selecto grupo de personas es el que maneja los hilos del país y toma las decisiones que repercuten en la vida de todos los que habitamos este territorio. Con base en el hecho de que todas estas personas pertenecen a un mismo círculo se puede decir que actualmente nuestros gobernantes son una oligarquía que ha respondido a lo largo de la historia a sus propios intereses.
Las elecciones del 2009 enviaron un mensaje claro de que la población está cambiando, de que se quiere trascender. La cantidad de votos que obtuvo el actual presidente refleja la necesidad interna de las personas a un cambio, un cambio que lleve a la trascendencia de la sociedad y con ella al transformación de la idiosincrasia, la cultura y la propia sociedad.
La propia historia nos cuenta la versión de personas que quizás no tengan la absoluta verdad en sus palabras o escritos. Los intereses humanos son propios del ser, todos defendemos lo que nos conviene aunque no esté bien en un momento determinado. Se dice que “un pueblo que no conoce su historia, está condenado a repetirla”, sin embargo existen tantas versiones como personas hay en el mundo. El cambio de una sola palabra puede dar un significado diferente a un evento histórico y aunque existen especialista con técnicas muy finas, siempre surgirá la duda de sí, ¿el hecho fue influenciado por el estado sicológico y/o ambiental del que escribió y/o del que descifró la lectura?
0 comentarios:
Publicar un comentario